Imaginemos que todo es nuevo. Que nos movemos sin contaminar. Que sólo dependemos de nosotros mismos para llegar adonde queremos. Que vamos a nuestro propio ritmo, adelante. Que nadie nos apura y nada nos detiene. Que en la ciudad somos ágiles, mucho más que los autos y los colectivos. Que viajar es divertido y emocionante, además de necesario. Que nos deslizamos livianos, libres. Imaginemos que nos alejamos de todo lo conocido para descubrir cosas nuevas. Repensemos todo de nuevo, que lo nuevo está pasando ahora.